Seis días camino a Belén. Así termina el Antiguo Testamento

José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David” (Lucas 2,4), dice lacónicamente la Escritura. Lucas no escribió más sobre el viaje de Nazaret a Belén. Sin embargo, hoy disponemos varios estudios sobre los caminos, tiempos y dificultades que la Sagrada Familia pudo atravesar en su ida a Belén. Habrá tomado casi una semana llegar allá. Cada día habría algo especial, según veremos aquí.

Aunque no sabemos a ciencia cierta qué camino escogió José para el viaje, muchos creen que fue el del Jordán. El camino más directo ciertamente era atravesando el corazón de Samaria. No obstante, la comarca estaba muy paganizada y los samaritanos —acérrimos enemigos de los judíos— no solían facilitar hospitalidad a los que daban muestras de ir en peregrinación a la Ciudad Santa. Con lo cual, quedaban dos opciones, ambas de unos 150 kilómetros de largo: la Vía Maris y el Jordán. La primera iba por la costa del Mediterráneo, que era bastante andadera, aunque las vaguadas y desfiladeros del último tramo eran duras. Tal vía era poco usada por los judíos de Galilea porque cruzaba regiones muy helenizadas, pobladas casi totalmente por gentiles. Además, muchos judíos preferían evitar el mar. Lo más probable sería entonces que hubieran evadido Samaria por la vía del deprimido río, como muestran los mapas.

Varios peregrinos hoy hacen la ruta más probable a pie. A muy buen paso, caminando durante las horas del día (unas 10 horas de luz en diciembre) y con ciertos descansos, se pueden hacer unos 40 km cada día. A este ritmo el viaje tomaría unos cuatro o cinco días. Sin embargo, con María embarazada y con el peso de la mudanza a Belén, el paso sería más lento: en total, unos seis días.

Con la información hoy tenemos podemos suponer cómo fueron los últimos nueve días del Adviento de la humanidad, los últimos días del Antiguo Testamento. Suponiendo que Jesús nació el 25 de diciembre, del 16 al 18 de diciembre José estaría preparando todo lo necesario para el viaje y la mudanza. Todo indicaba que María daría a luz en Belén. Hacía falta llevar comida, los utensilios de trabajo, algo para dormir y ropa para el frío. La temperatura en esa época del año podía variar entre 15 y 20°C. José averiguaría si alguien más viajaba para el censo o si alguna caravana partiría para el sur. María, ya de ocho meses y medio de embarazo, procuraría descansar durante esos días para afrontar el peso del viaje.

Día 1 (diciembre 19). Empieza el viaje en Nazareth, que está a 347 metros de altura. La ruta más directa era por Naín y Escitópolis, hasta llegar a Pela, pero tales poblados no estaban bien conectados. Más probablemente se habrán dirigido a Séfores, y quizá con la compañía de alguno hubieran alcanzado el Mar de Galilea donde varias caravanas solían viajar hacia el sur. Eso era lo más seguro y andadero. De ser así, a la tarde habrían literalmente bajado a Tiberíades, que está a unos 200 metros debajo del nivel del mar, y antes de que cayera el sol habrían llegado a las costas de Senabris (-199).

Día 2 (diciembre 20). Lo primero que harían este día sería cruzar al otro lado del Jordán, entrando así en la zona de la Decápolis. Tras subir un poco, girarían sur y se despedirían del Mar de Galilea. A partir de ahí el camino ya no ofrecía tanto desnivel y 27 kilómetros al sur encontrarían a la histórica ciudad de Pella, que está al mismo nivel del mar. Era un buen lugar para reponer provisiones y pasar la noche.

Día 3 (diciembre 21). El tercer día dejarían la Decápolis y entrarían a Perea por la orilla oeste del Jordán, justamente del lado opuesto a Samaria. Después de un descenso de casi 300 metros bajo el mar, el camino que ya bordeaba el río se tornaba más plano. Dormirían al descampado por allí.

Día 4 (diciembre 22). La familia transitará este día por el camino paralelo al Jordán, un pasaje estrecho labrado entre la vegetación frondosa. La cordillera y los árboles hacen que haya poco viento y poco sol. Las lluvias típicas de diciembre además enfangarían el camino, lo que dificultaba la subida a Livias (+200 m), ciudad aún de Perea, donde dormirían la noche.

Día 5 (diciembre 23). De Livias bajarían de nuevo hasta el Jordán, cerca de su desembocadura en el Mar Muerto. Se trata del lugar más deprimido del río, a uno 392 metros bajo el nivel del mar. Al cruzarlo entrarían finalmente a Judea. Desde ese momento todo sería subida hasta Belén. A media tarde pasarían por la ciudad de Jericó (-276 m), seguramente muy transitada por el censo. El sol se ocultaría antes de hora detrás de las montañas. La noche les cogería donde el camino comienza a ponerse seriamente cuesta arriba.

Día 6 (diciembre 24). Los últimos 40 kilómetros son el tramo más duro del camino y, a la vez, el más emblemático. Desde el deprimido valle se suben casi mil metros, hasta llegar a Jerusalén (+754). Tal empinada no es poco para quienes llevan cinco días de camino, ni menos para alguien que está a punto de dar a luz. José iría tirado una y otra vez del burro remolón, para que se olvide de los días andados y apriete el paso. Pasado el mediodía pisarían las faldas del Monte de los Olivos y pronto llegarían a la añorada Ciudad Santa. Los caminantes comerían y descansarían en los alrededores, sin entrar dentro de sus murallas, pues el tiempo comenzaba a apremiar. Al atardecer abandonarían Jerusalén. Tras recorrer los últimos 10 kilómetros llegarían a Belén (+777), ya sin sol y con las primeras señales del parto. La caravana terminaría su camino en un lugar típico donde los transeúntes podían pasar la noche. El lugar estaba atestado ese día de censo. Como daba pena que el Hijo de Dios naciera allí, José comenzó a pedir posada a varios moradores de Belén, obteniendo todo tipo de respuestas. Tanto transeúnte no ponía de buen ánimo a nadie. Al final apareció un establo con un buen buey. Y allí, a medianoche, mientras las estrellas brillaban fulgurantes en el cielo, el Antiguo Testamento se cerró.

¡Feliz Navidad!

Juan Carlos Riofrío

Nairobi, Dec. 24, 2023

Publicado por Juan Carlos Riofrío

Jurista, filósofo, escritor, descendiente lejano del primer novelista ecuatoriano, Miguel Riofrío. Abogado, autor de trece libros, y profesor de derecho en varios países del mundo.

3 comentarios sobre “Seis días camino a Belén. Así termina el Antiguo Testamento

  1. Gracias por compartir estas reflexiones. Ayuda a valorar más el esfuerzo, la fidelidad de José y despierta ganas de recorrer este camino… «hoy» para que al llegar a Belén Jesús no este tan sólito y, María y José tenga más amigos. Jesús, santa María y José acompáñanos siempre en el camino a la patria Celestial.

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    1. Simplemente maravilloso, María embarazada y José como peregrinos, recuerdan hoy en día a tantos que salen de sus tierras buscando un futuro mejor, y que pese a la rudeza del mundo, las estrellas también brillan fulgorantes.

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